Siendo tercera generación de imprenteros, me gano el pan de cada día en una importante empresa gráfica. Desde hace más de 20 años, además, dedico mis horas libres a manchar papeles en dos minervas tipográficas de mi propiedad, una de mesa formato esquela y otra pigmea, formato carta. Tengo unas cuantas familias tipográficas, con muchas ideas impresas en su haber. Con mucho placer trato de transmitir lo que aprendí en cuarenta años en el rubro a quienes se interesan y prestan sus oídos y su entendimiento, gracias a la confianza depositada en mí por algunas instituciones educativas.